jueves, 21 de mayo de 2009

FARMACIA exclusiva para farmacéuticos


FARMACIA I/III
Europa defiende la exclusividad de los farmacéuticos en la explotación de las farmacias
JANO.es · 19 Mayo 2009 12:29

El Tribunal Europeo de Justicia dictamina que la explotación por una persona que no sea farmacéutico puede suponer un riesgo para la salud pública


El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) ha dictaminado en el día de hoy que es legal que un Estado miembro reserve la tenencia y explotación de una farmacia exclusivamente a los farmacéuticos. Esta restricción a la libertad de establecimiento está justificada, según el TUE, por el objetivo de garantizar un abastecimiento de medicamentos seguro y de calidad a la población.

La sentencia rechaza así los argumentos de la Comisión Europea a favor de la liberalización de las farmacias y respalda expresamente las legislaciones italiana y alemana, que habían sido cuestionadas ante el Tribunal. El Ejecutivo comunitario también ha expedientado a España por las restricciones a la apertura de farmacias, aunque este caso todavía no ha llegado al TUE.

Concretamente, y en un primer lugar, el Tribunal de Justicia señala que la exclusión de quienes no sean farmacéuticos de la posibilidad de explotar una farmacia o adquirir participaciones en sociedades de explotación de farmacias constituye una restricción a la libertad de establecimiento y a la libre circulación de capitales. Pero de la misma manera, establece también claramente que dicha restricción puede justificarse por el objetivo de garantizar un abastecimiento de medicamentos a la población seguro y de calidad.

Así, y según explica la sentencia, en los casos en los que subsistan dudas sobre la existencia o el alcance de riesgos para la salud de las personas, el Estado miembro puede adoptar medidas de protección sin tener que esperar a que se demuestre en su plenitud la realidad de tales riesgos. Asimismo, el Estado miembro puede adoptar medidas que reduzcan, en la medida de lo posible, un riesgo para la salud pública, incluidos, en concreto, los riesgos para el abastecimiento de medicamentos a la población seguro y de calidad.


Medicamentos, no mercancías

En este contexto, el Tribunal de Justicia destaca el peculiar carácter de los medicamentos, cuyos efectos terapéuticos los distinguen sustancialmente de otras mercancías. Como consecuencia de dichos efectos terapéuticos, si los medicamentos se consumen innecesaria o incorrectamente pueden perjudicar gravemente la salud, sin que el paciente pueda advertirlo durante su administración. Por otro lado, un consumo excesivo o una utilización incorrecta del medicamento supone un derroche de recursos financieros, que resulta tanto más perjudicial cuanto que el sector farmacéutico genera costes considerables y debe responder a necesidades crecientes, mientras que los recursos financieros que pueden destinarse a la asistencia sanitaria no son ilimitados, cualquiera que sea el modo de financiación.

Por todo ello, resalta el Tribunal, y atendiendo a la facultad reconocida a los Estados miembros para decidir el nivel de protección de la salud pública, éstos pueden exigir que los medicamentos sean distribuidos por farmacéuticos que tengan una independencia profesional real, resalta el Tribunal.


Criterio profesional, que no mero ánimo de lucro

En este sentido, la sentencia afirma que, aunque es innegable que el objetivo de los farmacéuticos, al igual que el de otras personas, es la obtención de beneficios, en el caso de los farmacéuticos de profesión se supone que no explotan la farmacia con un mero ánimo de lucro, sino que también atienden a un criterio profesional.

Por lo tanto, prosigue el TUE, su interés privado en la obtención de beneficios está mitigado por su formación, su experiencia profesional y la responsabilidad que les corresponde, ya que una eventual infracción de las normas legales o deontológicas no sólo pondría en peligro el valor de su inversión, sino también su propia existencia profesional.

Y es que a diferencia de los farmacéuticos, las personas que no tienen dicha condición carecen, por definición, de una formación, experiencia y responsabilidad equivalentes a las de los farmacéuticos. Dadas las circunstancias, el TUE subraya que no ofrecen las mismas garantías que los farmacéuticos.

En consecuencia, la sentencia deja claro que un Estado miembro puede considerar, en el marco de su margen de apreciación, que la explotación de una farmacia por una persona que no sea farmacéutico puede suponer un riesgo para la salud pública, concretamente para la seguridad y la calidad de la distribución de medicamentos al por menor.

El TUE afirma que no ha quedado acreditado que una medida menos restrictiva distinta del principio de exclusión de los no farmacéuticos permita asegurar, con la misma eficacia, el nivel de seguridad y calidad en el abastecimiento de medicamentos a la población que resulta de la aplicación de dicha exclusión.

Finalmente, el Tribunal de Justicia concluye que la libertad de establecimiento y la libre circulación de capitales no se oponen a una normativa nacional que impide a quienes no tengan la condición de farmacéutico ser titulares de farmacias y explotarlas. La sentencia dice también que no sólo es justificable la exclusión de quienes no sean farmacéuticos de la explotación de una farmacia privada, sino también la prohibición de que las empresas de distribución de productos farmacéuticos adquieran participaciones en las farmacias municipales.


FARMACIA II/III
Beneficios de la formación de los farmacéuticos en el uso de medicamentos
JANO.es · 30 Abril 2009 17:32


Los errores de tratamiento se reducen un 37%, y los efectos adversos disminuyen un 35%

Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos) y publicado en la revista Archives of Internal Medicine (2009;169(8):757-763) concluye que formar a los farmacéuticos en el empleo adecuado de los medicamentos conllevaría a una reducción del 37% del riesgo de que los pacientes puedan cometer errores con su tratamiento, así como de un 35% de las posibilidades de que sufran reacciones adversas.

Los investigadores, dirigidos por el Dr. Michael Murray, analizaron a 800 personas con insuficiencia cardíaca o presión arterial elevada que participaron en uno de dos ensayos clínicos. El objetivo era conocer el efecto de un programa en el que se entrenó a los farmacéuticos para prevenir los errores vinculados con el consumo de medicamentos.

Un grupo trabajó con farmacéuticos entrenados para instruir a los pacientes sobre el uso adecuado de sus medicinas, controlar su evolución y comunicar los errores a los médicos. El segundo grupo recibió la medicación de farmacéuticos sin entrenamiento especial.

Al término de la prueba, los investigadores hallaron 210 errores farmacológicos o efectos colaterales dañinos entre los pacientes del estudio. Las equivocaciones más comunes incluían dar a los pacientes recetas de un fármaco no recomendable en su caso, infecciones vaginales en las mujeres que tomaban antibióticos o prescripción de varios productos que contenían el analgésico acetaminofeno.

Las personas que recibieron sus medicinas de farmacéuticos especialmente entrenados tenían un riesgo un 35% inferior de padecer reacciones farmacológicas adversas y un peligro un 37% menor de cometer errores con los medicamentos, según concluyó el equipo del Dr. Murray, que advirtió de que los farmacéuticos entrenados podrían ahorrar unos 600.000 dólares anuales en unas 50.000 personas.
Universidad de Carolina del Norte



FARMACIA III/III
España superó en 2008 las 21.000 oficinas de farmacia
JANO.es · 11 Marzo 2009 16:40

En 2008 se abrió una farmacia nueva cada tres días, para alcanzar un ratio final de una oficina por cada 2.159 habitantes

España superó las 21.000 farmacia el año pasado, cuando se abrieron 112 nuevas oficinas, una cada tres días, según un informe publicado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), cuyos datos constatan que España es el país europeo donde más farmacias se abren cada año y donde el 98,9% de la población dispone de al menos una farmacia en su propio municipio.

Según el informe, titulado La distribución de la Farmacia en España y remitido por los farmacéuticos españoles a la Dirección General de Mercado Interior y Servicios de la Comisión Europea, de las 21.159 farmacias, el 37% (7.768) están situadas en capitales de provincia y el 27% en el medio rural. En concreto, unas 2.078 se encuentran en poblaciones de menos de 1.000 habitantes y 1.076 en poblaciones de menos de 500 habitantes.

Respecto a la ratio de farmacias con las que contamos por habitante, España cuenta con una de las más bajas de Europa con una farmacia por cada 2.159 habitantes, sólo superada por Grecia o Francia y muy lejos de Dinamarca, donde tienen una farmacia por cada 16.957 habitantes, o Suecia con más de 10.000 habitantes.

Para el presidente del CGCOF, Pedro Capilla, este estudio “vuelve a confirmar que la red de oficinas de farmacia en España es una de las mejores del mundo, ya que cubre a la práctica totalidad de la población y ofrece consejos sanitario cada día a dos millones de personas. En muchos municipios de menos de 1.000 habitantes, la farmacia es el único servicio sanitario de que disponen sus ciudadanos”.
Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos

No hay comentarios: