jueves, 22 de abril de 2010

Los pacientes que ingresan en hospitales que no disponen de salas de hemodinámica reciben un tratamiento menos ajustado a lo recomendado por las guías


EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Los pacientes que ingresan en hospitales que no disponen de salas de hemodinámica reciben un tratamiento menos ajustado a lo recomendado por las guías, según un estudio

Redacción

La investigación se ha publicado en la Revista Española de Cardiología de la SEC y además pone de manifiesto que la posibilidad de reingreso por el mismo motivo es cinco veces mayor en estos pacientes que en los tratados en hospitales con sala de hemodinámica



Madrid (22-4-10).- Según un estudio publicado en la última edición de Revista Española de Cardiología (REC) de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), los pacientes que visitan las urgencias hospitalarias con síntomas de síndrome coronario agudo reciben una atención más adecuada y tienen menos recaídas cuando son tratados en hospitales centrales con unidad de hemodinámica que cuando han acudido a un hospital comarcal que no dispone de esta sala. Concretamente, la posibilidad de volver a ingresar por síndrome coronario agudo es cinco veces mayor cuando los pacientes son tratados en hospitales comarcales sin sala de hemodinámica.

El estudio, dirigido por los doctores Juan M. Ruiz-Nodar, cardiólogo del Hospital General Universitario de Alicante; Ángel Cequier, cardiólogo del Hospital Universitario de Bellvitge y César Morís de la Tassa, cardiólogo del Hospital Central de Asturias, se centra en la posible influencia del tipo de hospital, con o sin sala de hemodinámica, en cuanto a la forma de tratamiento de pacientes con síndrome coronario agudo sin elevación de ST (SCASEST).

Para ello se ha analizado la correcta aplicación de las guías de tratamiento en los casos de 1.133 pacientes ingresados en 14 hospitales españoles: 599 pacientes en seis hospitales centrales con sala de hemodinámica y 534 pacientes en nueve hospitales comarcales sin sala de hemodinámica. Se realizó un seguimiento clínico de los pacientes en el momento del alta y a los tres y 12 meses de su salida del hospital.

Para el Dr. Ruiz-Nodar, este estudio es muy importante, ya que “la mortalidad hospitalaria es más alta en pacientes con infarto agudo de miocardio, pero a los seis meses las tasas de mortalidad en ambas cardiopatías son similares. El tratamiento de los casos de SCASEST tiene que dirigirse, sobre todo, a los requerimientos de la fase aguda y al tratamiento a largo plazo”.

Las conclusiones del estudio indican que los pacientes que ingresan en hospitales que no disponen de salas de hemodinámica reciben un tratamiento menos ajustado a lo recomendado por las guías y, además, en estos pacientes, la posibilidad de reingreso por el mismo motivo es cinco veces mayor que en el caso de los tratados en hospitales con sala de hemodinámica. Este hecho revela que el tipo de hospital puede ser determinante para el correcto tratamiento de pacientes con enfermedades cardiovasculares.

En el estudio se ponen de manifiesto las diferencias en el manejo de este tipo de pacientes en los distintos hospitales, que se debe, principalmente, a diferencias en la disponibilidad de recursos, a la adecuación de su uso, a la aplicación de las guías de práctica clínica y al grado de implantación y homogeneidad en los protocolos de derivación de pacientes e incluso en la práctica ausencia de tales protocolos. Para el Dr. Juan M. Ruiz-Nodar, “todas estas discrepancias podrían tener una gran influencia en las muertes por esta patología, que en este estudio han supuesto el 9 por ciento al año de seguimiento”.

La presencia de la sala de hemodinámica en un hospital propicia que un mayor número de pacientes ingresados en hospitales centrales sean revascularizados durante el ingreso. En el caso de hospitales comarcales, es destacable, además, la complejidad que en ocasiones supone el traslado a hospitales con sala de hemodinámica de pacientes de elevada edad y alta comorbilidad. Una limitada disponibilidad para la realización de cateterismos cardíacos hace que se seleccione antes a pacientes jóvenes para ser trasladados y hacer esta prueba cuando, paradójicamente, los pacientes con mayor edad y con comorbilidades son los que se encuentran en situaciones de mayor riesgo.

Por todo ello, el estudio demuestra la importancia de facilitar la realización de más cateterismos a pacientes ingresados en hospitales sin sala de hemodinámica, procurar una relación más directa entre médicos implicados en el manejo de estos enfermos en hospitales comarcales y unidades de hemodinámica, la creación de protocolos comunes que faciliten la máximo la admisión por estas unidades de pacientes referidos desde otros hospitales así como la mayor formación, especialmente entre no cardiólogos, que favorezca la aplicación de las guías de tratamiento.

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