jueves, 22 de julio de 2010

"Puede ser negligencia médica no usar las TIC" - DiarioMedico.com


Alejandro Jadad
Alejandro Jadad, director del e-Health Innovation Center de Toronto. (DM)

Diariomedico.com
ESPAÑA
DEl E-HEALTH INNOVATION CENTER
"Puede ser negligencia médica no usar las TIC"
Alejandro Jadad cree que el médico ya no puede dar la espalda a las nuevas tecnologías. Lea la entrevista íntegra en La nueva sanidad y los nuevos pacientes en la Web 2.0, disponible en Diariomedico.com.
[acceso al documento original, por favor, ver al pié]

Alain Ochoa - Jueves, 22 de Julio de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


Médico, docente e investigador, ha sido llamado "el Internet humano" y es autor de la escala que lleva su nombre y que mide la calidad de los trabajos científicos. Actualmente dirige el eHealth Innovation Center de Toronto (Canadá).

¿Cómo separar la información de calidad en internet?
-Valorar la información en internet es mucho más completo que asignarle un número en una escala. Por ejemplo, un artículo que propone una terapia marginal que sirve en muy pocos casos recibirá una valoración muy diferente en función de si lo leemos estando o no diagnosticados de esa patología. En una situación en que uno es paciente de esa dolencia y nada ha funcionado, la gente cree lo que quiere creer.

Además, la evaluación del daño que causa la información equivocada en internet no tiene evidencia suficiente que la respalde; es más un prejuicio que una realidad. Tiene más relación con nuestro afán profesional por controlar el flujo de información que con otra cosa.Varios estudios han tratado de medir el efecto perjudicial de internet y lo que se ha podido ver es muy débil.

Sobre todo, las redes sociales no deben convertirse en trabajo añadido; debe liberarse tiempo para que el médico atienda a los pacientes por esta vía
¿Y ante ejemplos negativos como las páginas de promoción de la anorexia?

-La solución es relajarnos y entender que el público no es incompetente. Antes ya había malas influencias: vecinos que recomiendan tal o cual fármaco, etc. El problema no es la información en sí, sino que el público tiene tanta que reaccionamos negativamente, y utilizamos como excusa el miedo al posible daño.

¿Ese fenómeno tiene solución?
-Las próximas generaciones de médicos se sentirán cómodas con eso; el problema y el cuello de botella somos nosotros. Tenemos la obligación de no amedrentar a nuestros estudiantes y, al contrario, aprender de ellos. Debemos confiar en los jóvenes, ellos nos deben formar a nosotros en muchos aspectos. Ahora, en cambio, intentamos convertirlos en mini-nosotros en las facultades de Medicina.

Usted ya publicó el 2006 el artículo Web 2.0: ¿Podría ayudar a llevar el sistema sanitario al siglo XXI? ¿Era un fenómeno que podría predecirse?
-Pues nadie quería publicarlo entonces, no lo entendían. Estamos anclados en el final del siglo XIX o como mucho principios del XX. Como sistema de salud, apenas empezamos a movernos más allá. En Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) somos fuertes en la parte de la I pero no en la C. Seguimos con la comunicación en pañales, porque ni siquiera utilizamos bien el teléfono.

Esto se ve especialmente ahora que disponemos de herramientas comunicativas que pueden transformar los papeles que juega cada uno en el sistema, y que están desalineados: hoy los médicos hacen muchas veces de trabajador social, los pacientes asumen cuidados que debería hacer un enfermero... No habíamos tenido opción antes de repensar los roles.

¿Qué pasos concretos se pueden dar para aprovechar ese potencial?-Lo primero es cobrar conciencia de la oportunidad. El móvil puede transformar el sistema de salud y el papel en él de cada uno de nosotros puede y debe ser distinto.Lo siguiente es llegar al ideal, y para ello preguntarnos "¿Y si...?" Tendremos que pensar bien los incentivos para hacer que lo correcto sea lo fácil. Por ejemplo, establecer una etiqueta de uso del móvil para no sobrecargar a los profesionales.La oportunidad existe, y depende de nosotros aprovecharla y minimizar sus riesgos. De hecho, la inacción también es un riesgo, y habría que pensar incluso en las implicaciones éticas de no utilizar el móvil si es algo que todos los médicos y pacientes tienen.

Pero no parece fácil convencer a los médicos.
-Hay que reconocer que no es fácil para nadie. A los profesionales que ejercemos ahora estas tecnologías nos han llegado ya en la madurez. Como decía antes, la próxima generación no se preguntará si usarlas o no, sino cómo. La dificultad es para la generación de transición.

No hay evidencia suficiente que respalde los supuestos peligros de la información sanitaria en intenet; es más un prejuicio que una realidad
¿Usted no lo plantea como si todos los facultativos tuvieran la misma amplitud de miras?
-No, asumo que muchos médicos no tienen esa apertura. Pero es que sí usan el móvil; el problema no es el desconocimiento, sino que saben que incorporarlo a su práctica es difícil. Por eso se necesitan mecanismos facilitadores, tanto económicos como administrativos...

Sobre todo, no debe convertirse esto en un trabajo añadido al que ya tiene el facultativo. Todos tenemos una vida. Pero si se protege una hora al día para que el médico se ocupe de conectarse con sus pacientes por internet o de atenderles por el móvil, y se le incentiva para hacerlo, la cosa ya es distinta. Y si a eso se le une cierta etiqueta para que todos respeten cuándo está disponible ese tiempo y cuándo no, la diferencia es aún mayor.

MÁS DE 1.000 DESCARGAS EN DIEZ DÍAS

La nueva sanidad y los nuevos pacientes en la Web 2.0, el primer monográfico publicado por Diariomedico.com, ya ha superado la barrera de las mil descargas, apenas diez días después de ponerse a disposición de los lectores de forma gratuita en formato PDF. El texto incluye un artículo científico de Luis Fernández Luque, del Northern Research Institute de Noruega (Norut), y Vicente Traver Salcedo, de Itaca-TSB (Universidad Politécnica de Valencia), además de ocho entrevistados de primera línea.

El resultado es un número único de 56 páginas en el que se analizan los casos de interacción exitosa entre nuevas tecnologías y salud en internet. Además de la revisión de Fernández Luque y Traver sobre el origen y resultados de estas iniciativas, el suplemento ofrece los testimonios de sus fundadores y de reputados analistas de este campo. La nueva sanidad y los nuevos pacientes en la Web 2.0 le resultará útil tanto si usted ya está familiarizado con las nuevas tecnologías como si es nuevo en este mundo. Además, puede colaborar con los autores respondiendo a una breve encuesta sobre el uso de la Web 2.0 en la sanidad española. Descargue el PDF des de aquí o en la página inicial de Diariomedico.com.


abrir aquí para acceder al documento completo: pdf, 52 páginas, 5.80MB -
http://static.diariomedico.com/docs/2010/07/12/sanidad_pacientes_web_2_0.pdf


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