miércoles, 28 de septiembre de 2011

Tópicos en la sanidad privada - DiarioMedico.com

TRIBUNA DE JUAN ABARCA CIDÓN, DEL IDIS

Tópicos en la sanidad privada

Partiendo de tres informes presentados este año por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), su secretario general señala la relevancia del sector sanitario privado para el mantenimiento del SNS español. A su juicio, lo privado no es sólo bueno, sino necesario.

Juan Abarca Cidón. Secretario General del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS)   |  28/09/2011 00:00

 
Al comienzo del verano celebramos el primer aniversario del Instituto para el Desarrollo e Integración de la sanidad (IDIS). Durante el primer año, a través de los informes IDIS, ha quedado demostrado de forma clara y contundente el posicionamiento, el peso y la realidad social de lo que implica el sector sanitario privado para el sistema sanitario de nuestro país.

Los tres informes presentados durante este primer año son un elemento esencial que, por primera vez, reflejan la relevancia del sector sanitario privado. Con ellos se ponen en evidencia elementos clave para el impulso de nuestro maltrecho sistema sanitario público que tanto viene adoleciendo de problemas de sostenibilidad y suficiencia. Según el primero de ellos, acerca del Impacto de la deducción fiscal a la suscripción voluntaria de seguros privados de salud, la puesta en marcha de la medida que se proponía (la desgravación del 15 por ciento de las cuotas del seguro privado para las rentas inferiores a 30.000 euros) supondría, entre otras cosas, un ahorro que podría llegar hasta los 600 millones de euros para el sistema público, la creación de 17.000 puestos de trabajo directos nuevos y, a la vez, un ahorro medio de 365 euros al año en las familias de cuatro miembros que contrataran estos seguros.
  • "La hipotética desaparición del modelo Muface supondría un cataclismo para la supervivencia del sector privado y una debacle para el sector sanitario público"
El segundo informe, Aportación del modelo de mutualismo administrativo al mercado laboral sanitario español, puso en perspectiva una realidad a todas luces evidente. La hipotética desaparición del modelo Muface supondría ya no sólo un cataclismo para la supervivencia del sector privado, fundamentalmente en provincias, sino una auténtica debacle para el funcionamiento y la organización del sector sanitario público. Si esto sucediera, el Régimen General de la Seguridad Social se incrementaría en dos millones de personas, un 4,2 por ciento del total de la población española, requiriendo la labor de más de 43.000 profesionales sanitarios con el consiguiente riesgo de posible colapso del sistema general.

Romper con la demagogia
En este contexto, en los últimos días se ha comprobado cómo a través de la Ley de salud pública, aprobada recientemente, el modelo se ha consolidado para los próximos años, aunque como es sabido por todos se mantiene en un estado de infrafinanciación que hace difícil asegurar la continuidad de las empresas, aseguradoras y hospitales que lo sustentan. Finalmente, el tercer informe, Sanidad privada, aportando valor: análisis de situación, resume en ocho grandes ejes, por primera vez con datos reales y englobando la totalidad del sector, la aportación del sector sanitario privado al sistema sanitario de nuestro país.
  • "Queda claro que la sanidad privada no sólo es algo bueno, sino que es necesaria; ahorra recursos y dota de eficiencia financiera al sistema en su conjunto"
Muestra una realidad que rompe con los tópicos demagógicos y prejuicios de origen sobre todo ideológico que tradicionalmente han existido alrededor de este sector. A través de un análisis exhaustivo y pormenorizado de datos incide en que el sector de la sanidad privada no sólo contribuye al desarrollo económico de la sociedad y ahorra costes al sistema público, mejorando la accesibilidad de los pacientes, sino que su financiación mayoritaria no es a costa del erario público sino del desembolso voluntario de los ciudadanos (ya casi ocho millones) a través de las aseguradoras de salud.

Motor de avance en la investigación
Además, quedan en evidencia otros argumentos que durante años han sido santo y seña de aquéllos que han visto, de manera injustificada, en la sanidad privada una amenaza para la salud de la población. De hecho, se trata de un sector en el que se apueste por la innovación tecnológica y terapéutica, por la calidad acreditada con certificados internacionales y que, finalmente, puede ser motor de avance en la investigación y en la docencia con el mismo interés y capacidad que pueda tener el sector público.

Queda claro que la sanidad privada no sólo es algo bueno, sino que es necesaria; ahorra recursos y dota de eficiencia y suficiencia financiera al sistema en su conjunto. Ahora toca un tiempo de sumar voluntades, de caminar todos juntos y presentar un proyecto sanitario que sume y no que reste, que cuente con todos y que no haga distingos.

Dejemos ya de una vez por todas la demagogia fácil y electoralista de la privatización, que no es cierta. Y, de serlo, no tiene por que ser sinónimo de mala calidad. Traslademos a la opinión pública que todos trabajamos en pos de la complementariedad e integración de los sistemas en beneficio del paciente, medido todo bajo el catalizador de los resultados de salud, el acceso y la equidad, que es al final lo que nos debe importar y preocupar a todos para que España siga liderando el ranking de los países más avanzados en esta materia. A la sanidad privada le avalan los más de diez millones de asegurados que usan los servicios, centros y hospitales privados con asiduidad y confianza plena.
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