lunes, 27 de febrero de 2012

Prevención y asistencia para reducir el gasto - DiarioMedico.com

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es importante articular la medicina a distancia

Prevención y asistencia para reducir el gasto

La artrosis es una enfermedad con un consumo muy elevado de recursos económicos del sistema sanitario. Además, la prevalencia y cronicidad de la patología provocan un consumo extra de recursos. Por ello, el gasto podría reducirse mediante la prevención, orientada a programas de promoción de ejercicio físico y control del sobrepeso y la obesidad, una buena asistencia sanitaria y la investigación de nuevos fármacos eficaces.
Ester Crespo   |  27/02/2012 00:00


La artrosis produce un elevado consumo de recursos sanitarios y tiene un gran impacto socioeconómico que crece a medida que aumenta la edad. En este contexto, Diario Médico, junto a Bioibérica Farma, impulsa el programa Artrosis Integral para centrar la atención sobre el peso de esta patología en la sociedad.

El gasto que provoca podría reducirse mediante la prevención y una buena asistencia sanitaria, afirma Juan Ángel Jover, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid. "Los pacientes con múltiples patologías necesitan una asistencia distinta como es la supervisión en el domicilio. Muchos enfermos, por ejemplo, no acuden al centro porque no son capaces debido a su limitación física. Habrá que articular la medicina a distancia u otro tipo de sistemas".

La prevención, señala Núria Guañabens, jefa del servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona, debería ir orientada al desarrollo de programas de promoción de ejercicio físico y de control del sobrepeso y obesidad. Además, contribuiría a un manejo más eficiente de la artrosis realizar investigaciones de nuevos fármacos eficaces en la reducción de la progresión del daño articular y evaluar prótesis con mejores resultados.


Factores evitables
Hay factores de riesgo que si se controlan ayudan a aliviar mucho la artrosis. Jover señala que la primera prótesis se incorpora alrededor de los 50 años y a los diez años hay que poner el recambio. "La tercera prótesis es difícil insertarla, algo muy importante y que se evitaría por medio de la prevención".
El abaratamiento de los costes también podría producirse mediante una buena gestión de las indicaciones de artroplastia, según Guañabens. "Consiste en establecer criterios homogéneos de indicación y en desarrollar instrumentos de evaluación de resultados, sin olvidar que en todas las fases del proceso es necesaria una coordinación entre los distintos niveles de atención".

Para incidir en todos estos aspectos, ya está en marcha la Estrategia Nacional de Enfermedades Reumáticas y, dado que la artrosis es una de las enfermedades más prevalentes y con gran impacto socioeconómico, debería ser una de las patologías abordadas, apunta Guañabens, y comenta que el Plan Director de Enfermedades Reumáticas del Aparato Locomotor de Cataluña se ha tomado muy en serio la atención de la artrosis de cadera y rodilla. "Estas estrategias coordinarían la actividad de los diferentes profesionales, disminuyendo la variabilidad clínica en el abordaje médico y quirúrgico de la patología".

No obstante, y aunque el impacto en los domicilios de las diferentes patologías es variable, se observó que la artrosis después de la demencia era la de mayor dependencia en ancianos; aun así, los especialistas no consideran que debería realizarse un plan nacional específico para la artrosis. Según Jover, se trataría de algo muy concreto, por lo que es preferible el plan de todas las enfermedades musculoesqueléticas. "Con esta iniciativa se puede ver el impacto que estas patologías tienen en la discapacidad. Es mejor establecer una visión global que fragmentar los cuidados".

Los pacientes que generan más gasto son los que tienen más comorbilidades, un estado de salud más precario, una peor calidad de vida relacionada con la artrosis y un mayor daño radiológico de la articulación afectada.


Artroplastia
Por edad, aunque los costes son superiores en las personas ancianas, los pacientes con entre los 50 y los 59 años tienen unos costes indirectos más elevados, asociados a la pérdida de productividad laboral. "Estos datos se confirman al valorar las características de los pacientes con artroplastia total de rodilla o cadera del registro de artroplastias de Cataluña. En él, el 75 por ciento de pacientes son mayores de 65 años, el 34 y 52 por ciento de las prótesis de cadera y de rodilla respectivamente se colocaron en pacientes obesos, y alrededor del 50 por ciento presentaban una o más comorbilidades", comenta Guañabens.
Por último, la especialista añade que sin duda el mayor coste para el paciente es su dolor articular, la reducción de la calidad de vida y su discapacidad.

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